[Series] Arrow, ha vuelto su mejor versión

Esta semana ha terminado la quinta temporada de la serie que comenzó con el CWverso hace ya cinco años, allá por 2012, «Arrow». La serie que nos cuenta la vida del arquero esmeralda Oliver Queen ha concluido un ciclo en esta quinta temporada, pues los flashbacks desaparecerán tras habernos mostrado qué ocurrió con el personaje durante los cinco años que estuvo presuntamente en una isla antes de regresar a su hogar.

La gran mayoría coincidimos que tanto la tercera como la cuarta temporada de la serie provocaron un declive en la misma, resultando monótona, bochornosa y empalagosa, todo al mismo tiempo. Y no fuimos pocos los que decidimos darle una última oportunidad a la serie y comenzamos a visualizar esta quinta temporada con pies de plomo, dispuestos a abandonarla al primer atisbo de inestabilidad. Veintitrés episodios más tarde, un servidor ha podido finalizarla, y ha quedado satisfecho. Así que, ¿cuál es la conclusión que podemos sacar de esta última temporada? Podréis leerlo a continuación, en nuestra crítica donde, como siempre, trataré que esté lo más libre de spoilers que pueda, aunque seguramente encontréis detalles menores.

Vuelta a los orígenes

Así es, como mencionábamos, tras un par de temporadas realmente desastrosas, en «Arrow» decidieron hacer cambios. Si algo nos sorprendió y entusiasmó a los seguidores de la serie durante sus dos primeras temporadas fue la conexión que había en las tramas y la conexión entre pasado y presente, cosa que se perdió más adelante para darle al personaje un propósito más romántico que dramático. Tras localizar dicho error, lo enmendaron en esta quinta temporada, y de qué manera. Qué mejor forma de recuperar la esencia original de la serie que devolviendo parte de la trama que le dio el éxito. Y es que la lista con los nombres que su padre le entregó a Oliver vuelve a tener cierto peso en esta temporada, resultando el villano estar muy unido con dicha lista.

Además, pasado y presente vuelven a estar conectados, encontrando relación entre uno y otro de una forma lógica, coherente y muy bien hilada. Tal ha sido el cambio que han vuelto a introducir un traje más similar al de la primera temporada, dejando el de la cuarta (algo bueno que nos había dejado la desastrosa temporada) relegado y abandonado. Por otro lado podemos destacar la vuelta del protagonismo de ciertos personajes y el abandono del mismo de otros. Ha dado gusto volver a ver a Diggle algo más de dos minutos por episodio, al mismo tiempo que ha sido agradable ver a Felicity menos de 40 minutos por episodio. Pero, sobre todo, lo mejor ha sido ver a Oliver, tanto en su versión civil como en su versión superheróica, siendo realmente el protagonista de la serie, algo que habían abandonado completamente en las anteriores temporadas.

Trama lineal, casi sin relleno y con un propósito definido

Esto es algo que debemos agradecer de forma inmensa. Es increíble que en 23 episodios no hayan metido prácticamente ningún episodio de relleno. Si bien es cierto que hay un par de episodios de puro relleno, en general no. No abundan arcos o subtramas que se resuelven en un solo episodio. Más bien al contrario, todas las subtramas metidas tenían una fuerte conexión con la trama principal, e incluso hay un par de ellas que aún no se han resuelto o cerrado al finalizar la temporada. Se nota que Guggenheim tenía las ideas claras y quería remediar lo que habían hecho mal anteriormente. Esta ha sido la temporada de los fantasmas del pasado de Oliver, con un villano que llevará al personaje que interpreta Stephen Amell al borde psicológico, manipulándolo y dándole un buen desafío físico, eso sí, sin que se vea excesivamente superior como ocurrió con Damien o Ra´s, que comenzaron arrasando y terminaron con un final bochornoso.

Por otro lado, la trama vista en los flashbacks ha sido maravillosa. Han sabido darle ese toque que nos faltaba por ver para creernos que ese Oliver del pasado es el Oliver visto en la primera temporada. Por no mencionar la fantástica unión entre final de flashbacks del último episodio con el comienzo de la primera temporada. Sencillamente increíble. El villano visto en dichos flashbacks esta temporada, Konstantine Kovar, interpretado por un icono del cine de acción, Dolph Lundgren, es una exquisitez.

Nuevo equipo lleno de carisma, buenos personajes secundarios y un villano fantástico

Otro cambio que ha incluido esta temporada es en el Team Arrow. Aunque tanto Felicity como Diggle han seguido en el equipo, las nuevas incorporaciones han sido un plus interesante, destacando, de manera personal, Wild Dog, y resultándome un poco flojo el personaje de Curtis. Pero de lo que no podemos dudar es de su valía, y es que todos han aportado alguna cosa, en mayor o menor medida, pero absolutamente todos han aportado algo. Tanto un trasfondo a la serie como una dinámica muy interesante en el equipo de Oliver. Y por supuesto, más oportunidades para que Prometheus destruya la vida de Arrow.

Un villano que ha estado a la altura de principio a fin, y que ha sido otra de las claves del éxito de la temporada. Promteheus ha demostrado ser inteligente, y a medida que avanzaba la temporada hemos podido gozar de ver un desarrollo en él, y entender perfectamente cuáles son sus motivaciones y qué es lo que pretende conseguir. Un villano que recuerda al mejor Slade Wilson visto en la segunda temporada pero al mismo tiempo goza de grandes diferencias que lo convierten en alguien original y distinto. Y por respeto a vosotros no diré una sola palabra más del villano. Disfrutadlo, sorprenderos y aplaudid cada aparición y plan que maquina.

En cuanto a los secundarios y cameos o apariciones como estrellas invitadas, todos cumplen. Un excepcional Anatoly se lleva la palma en esta temporada, tanto en el presente como en el pasado, terminando de cerrar el círculo del desarrollo del personaje. Un desarrollo que comenzó en la segunda temporada y que hemos visto excepcionalmente ampliado en esta última. Tanto el capitán Lance como Thea han estado más que correctos, echando de menos, de forma personal, a esta última, pues a mi parecer su protagonismo ha sido escaso. La introducción de un personaje como Vigilante también ha sido algo agradable que ver. Y hasta aquí, una vez más, puedo leer.

En cuanto a apariciones o estrellas invitadas, bueno, lo mejor se encuentra llegando al final de la temporada, así que os animamos, una vez más, a sentaros y a disfrutar cómo un ciclo de cinco años llega a su fin simbólicamente. Pero eso sí, la serie aún no ha acabado.

Conclusión

Fantástica, emotiva y cargada de acción, esta quinta temporada ha sido mucho más de lo que esperaba ver en una serie de tan capa caída como «Arrow». Su resurgir ha sido intenso y notable, y he disfrutado cada episodio como un enano. Personalmente la ubico a la par que la magistral segunda temporada y más que un digno cierre del ciclo de cinco años que Arrow prometía llegar a ser como mínimo. Y sí, tengo muchas ganas de ver qué nos tienen preparados para la sexta temporada de esta serie en la que ha demostrado que si quieren, pueden sacarle mucho jugo.