[Reseñas] Liga de la Justicia: Torre de Babel

Tomando como base la leyenda bíblica de la Torre de Babel (a la que hace algún que otro guiño a lo largo del arco), Mark Waid tejió durante su recorrido en “Justice League of America” una trama en la que puso contra las cuerdas a La Liga de la Justicia con planes de contingencia individuales ejecutados por Ra’s al Ghul. Todo eso forma parte de un gran plan maestro para reducir la población del mundo y empezar casi desde cero para así salvar la Tierra. A su manera.

El eco-terrorista y líder de la letal Liga de Asesinos ha encontrado la forma de neutralizar a todos y cada uno de los miembros de la Liga de la Justicia con información tan precisa que casi hace pensar que la ha conseguido gracias a alguien de dentro. Tal vez haya un traidor en las filas de la formación o todo forme parte de algo más complejo, pero lo cierto es que Ra’s al Ghul golpea tan rápidamente y con tanta fuerza que los héroes apenas pueden reaccionar. Y eso es solo el principio de una amenaza a escala global para la que nadie está preparado. Y alguien va a tener que responder por ello.

Después de que Grant Morrison empezará “JLA” en 1999 y antes de que Joe Kelly se hiciera con las riendas de la colección, Mark Waid recogió el testigo en el número 43 y empezó a escribir aventuras protagonizadas por el supergrupo por excelencia de DC en las que se vieron en aprietos como nunca. Porque “Liga de la Justicia: Torre de Babel” habla de traición, desconfianza y miedo, el de un grupo de superhéroes incapaz de reaccionar cuando alguien parece conocerlos perfectamente y saber cómo quitárselos del medio sin apenas esfuerzo. Rápidamente todo cobra sentido y las miradas se centran en un mismo sujeto, que incluso antes de eso reconoce ese trabajo, adulterado para convertirlo en letal, que se ha estado usando para derribar a todos los héroes. ¿Quién es capaz de conocer y trazar planes de contingencia para neutralizar a cada miembro de la Liga de la Justicia? La respuesta es tan obvia que ni siquiera hace falta revelarlo.

Es probable que esta historia os suene gracias a una adaptación animada que se lanzó en DVD en 2012, “Justice League: Doom”, aunque con sustanciales cambios. Los planes elaborados no son iguales, los miembros de la Liga de la Justicia varían ligeramente y el responsable de intentar acabar con ellos no es Ra’s al Ghul sino Vandal Savage, pero la esencia y la idea de la base está ahí. En cualquier caso, vayamos al cómic que es lo que nos ocupa ahora.

La intención de Waid está clara. La Liga de la Justicia es la primera línea de defensa de la Tierra, sus protectores más efectivos, el equipo de héroes con mayores recursos. Para que no vuelvan a frustrar sus planes, Ra’s debe sacarlos primero de la ecuación. Y lo hace, aunque con los planes diseñados por (SPOILER) Batman (FIN SPOILER) y modificados para llevarlos un paso más allá. Eso es algo que vamos descubriendo poco a poco, según pasan las páginas, y vemos como los héroes van cayendo. El plan se desarrolla sin mayores problemas y el mismo responsable de todo el caos desatado tendrá que intentar arreglarlo. La gracia de todo es que, incluso si lo detienen a tiempo, es posible que ya sea tarde.

Todo esto nos lleva a las siguientes fases del plan, con referencias a la Torre de Babel bíblica cuando se pone en marcha un sistema para que los humanos no sean capaces de entenderse entre sí, ni de forma oral ni de forma escrita. Ra’s al Ghul, que se ve a sí mismo como un dios salvador, utiliza este recurso para acabar con la civilización provocando una guerra imparable y dar forma al nuevo mundo a su antojo.

Todo el devenir de la historia está perfectamente orquestado y la dinámica del equipo funciona de maravilla en este contexto. Las miradas de reojo, la tensión palpable y todo lo que provoca el agujero en la confianza entre ellos es algo que está construido sobre unos cimientos muy sólidos a los que Waid le saca un partido enorme. Con el siguiente arco incluido en este mismo tomo, relacionado con el debut de la Reina de las Fábulas convierte Nueva York en un bosque encantado, la sorprendente historia y la buena narración deja paso a una trama repleta de fantasía que cambia radicalmente el tono y que llega sin avisar. Desde mi punto de vista, como complemento a “Torre de Babel” es bastante prescindible por no aportar nada al imaginario de la Liga y casi poder considerarse un Otros mundos de los olvidables. Tiene puntos bien llevados, pero nada lo suficientemente interesante como para pasar a estar entre los mejores relatos de la Liga de la Justicia. Quizás es algo personal, porque igual que a Superman, no me gusta la magia.

Artísticamente hablando, “Torre de Babel” es obra de Howard Porter. A su favor hay que decir que los personajes son reconocibles, pero los elogios terminan cuando nos fijamos en las proporciones y las posturas extrañas que hace, las expresiones fijas de las caras y la falta de movimiento en gran parte de sus viñetas. Tiene buenas ideas pero no consigue terminar de plasmarlas bien en el papel y le quedan dibujos que no están a la altura de la historia que se narra, muy superior argumentalmente. Cuando dejamos de lado a los personajes y ponemos nuestra atención en animales, objetos e incluso fondos, dibujados con mejor gusto, con sencillez pero bien realizados, y nos encontramos con algunos elementos puntuales algo más trabajados. En general, el apartado de color tiene muchos contrastes que hacen que todo esté demasiado cargado. El problema es que no se siente como algo armonioso y eso hace que choque visualmente. Hay demasiado negro, tanto en contornos de las viñetas como en un entintado tosco y grueso, y un contraste exagerado con colores muy vivos y diferentes.

El estilo de Bryan Hitch, por su parte, es mucho más armonioso. Hay mucha información también en las páginas, pero los contrastes son generalmente más equilibrados, con tonos más parecidos y colores menos vivos para darle algo más de cohesión. En general choca menos visualmente, porque todo es más suave (sin posturas exageradas y con expresiones faciales mejor conseguidas) y está mucho mejor dibujado, con una definición menor en los rasgos de los personajes que obedece al estilo y le sienta bien.

Que ECC haya traído de vuelta un cómic tan importante como “Torre de Babel” es siempre una buena noticia pero… (porque tiene que haber un pero), lo han hecho de forma algo tramposa. En el tomo no se incluye solo este arco argumental sino que también hay otra de las historias de Waid al frente de la cabecera. El problema no es ese sino que el título del tomo puede inducir a errores. Tal vez porque “Torre de Babel” venda más como título que otro que haga referencia a la obra de Waid, pero podría aclararse para evitar malentendidos. De hecho, casi hubiera preferido un tomo únicamente con la historia que le da nombre, pero probablemente ese otro volumen que quedaría suelto con el otro arco no se vendería ni la mitad de bien solo.

Si nos quedamos con lo que es “Torre de Babel” en sí mismo, obviando el otro arco corto incluido, este cómic de la Liga de la Justicia es uno de esos clásicos modernos que sirven para entender bien el peso del grupo en la protección del mundo y las consecuencias catastróficas que puede desatar la confianza entre sus miembros. Las tensiones crecientes, las decisiones difíciles que deben tomar al final y el resto de situaciones en las que interactúa el grupo están construidas con esmero y ayudan a que sea fácil meterse en la historia, que por sus dimensiones y las implicaciones posteriores en la dinámica del grupo es muy recomendable de leer.

Escrito por Javi Garcia en Blog de Superhéroes. Si no estás leyendo esto en Blog de Superhéroes, el artículo original lo encontrarás aquí …http://blogdesuperheroes.es/resenas-liga-la-justicia-torre-babel.