[Reseñas] Fábulas: Edición de lujo – Libro 11

Después de un volumen que casi podía considerarse como algo completamente independiente y alejado de la trama principal de «Fábulas», recopilando «El gran cruce de Fábulas» en un solo tomo, volvemos al redil y retomamos la guerra de los protagonistas contra su poderoso enemigo en Nueva York. De esta forma, nos centramos en «Fábulas: Edición de lujo – Libro 11», entrega que ECC publicó a finales de 2016 que y recopila desde el número 86 hasta el 100, dejándonos ya con el segundo tercio de la colección completo en este formato. Estos números abarcan los arcos «Brujas» y «Rosa Roja» así como los capítulos «Ciudad Oscura» y «Combate singular», este último correspondiente al número 100 de la colección y por ese motivo concebido como algo especial, ambos de cierta trascendencia en la trama.

Bill Willingham vuelve a la carga con una historia llena de sorpresas y reinvenciones de los cuentos tradicionales para mostrar que incluso después de un centenar de números esta colección sigue en plena forma y dispuesta a que el lector sea incapaz de dejar de pasar las páginas. Y lo hace con diferentes subtramas que sirven para presentarnos números con mucha magia y un par de arcos paralelos que convergen en un gran final con un esperado enfrentamiento, devolviendo a Rosa Roja su protagonismo y potenciando la gran máxima de la colección sobre la reinvención de los cuentos populares, perfectamente reconocibles y a su vez completamente renovados con una mezcla entre esos dos conceptos que sigue funcionando a la perfección.

Con la guerra contra el Adversario terminada, hay una parte de la serie que ha perdido su razón de ser y pese a eso sigue funcionando a la perfección. Willingham sabe como explotar el potencial de sus personajes para seguir despertando el interés del lector y así poder plantear nuevos conflictos, como si de una nueva temporada se tratara. Mismos personajes que siguen desbordando carisma, nuevos desafíos llenos de buenas ideas. La fórmula se mantiene y sigue igual de fresca que en los primeros números.

Los que hayáis estado siguiendo esta colección ya sabéis lo que tenéis entre manos y posiblemente ni os haga falta leer una nueva reseña, quizás tan solo para aseguraros de que todo sigue por el buen camino. En cualquier caso, podemos confirmar que eso es así y que la trama sigue adelante con buen ritmo, dándonos unos números muy entretenidos que asientan las bases para el gran enfrentamiento del número cien y que nos presentan nuevas amenazas para las Fábulas, que no van a tener ni un respiro pese a haber salido victoriosas de la última guerra.

Igual que en las docenas de números anteriores, aquí no se estila lo de ir llenando de paja las páginas para alcanzar el final cumbre de cada arco, sino que el proceso hasta llegar es igual de satisfactorio. Willingham se esfuerza en que el viaje merezca la pena y que eso colabore en que la llegada al destino sea incluso más dulce. Los personajes están bien construidos y cogen buena parte de las características de sus contrapartidas populares, retorciéndolas en la mayoría de los casos para justificarlas en este contexto más duro e irónicamente realista. O mejor dicho verosímil, al menos dentro de este universo particular. Además, el guionista lleva tanto tiempo dando forma a sus personajes que incluso los más secundarios tienen el potencial de brillar y de robar escenas gracias a todo lo que sabemos de ellos. Un claro ejemplo de cómo hacer que unos personajes, incluso los más secundarios, puedan importar y crear cierta empatía con el lector.

Sin ánimo de entrar a los detalles de la trama y destripárselos a los posibles lectores, nos queda comentar que el dibujo sigue despuntando, sin perder el estilo propio de Mark Buckingham y ese toque de realismo exagerado para rozar la caricatura sin entrar en ella. En este volumen su protagonismo se reduce y entra en juego una enorme lista de dibujantes que rompen la homogeneidad del estilo y ofrecen algo más de diversidad. El nivel general es bueno, pero esos cambios se notan y a los que prefieran algo más uniforme quizás les haga restarle algún punto al tomo. Pero nada importante o a lo que merezca la pena dedicarle muchas más líneas. Como digo, en líneas generales tenemos buenos dibujos y un trabajo notable en el que se han destacado por igual personajes y fondos dando mucha vida a todo el conjunto gracias a la buena elección del color y de la estructura de cada página.

Plasmando en castellano lo mismo que trae la edición americana del undécimo tomo de lujo de «Fábulas», ECC se marca un nuevo tanto y vuelve a ofrecernos una edición brillante de este imprescindible de Vertigo. Al menos imprescindible si sois capaces de salir de los superhéroes y amantes de los cuentos y sus reinvenciones más modernas y originales. En un caso así, imprescindible del todo.