[Críticas] [Series] Arrow, cómo podría renacer sin antes haber quedado reducido a cenizas

Un año más hemos llegado al parón navideño habitual en las series en emisión, y en Blog de Superhéroes venimos con el ya típico análisis de las distintas series que se siguen en el blog, entre ellas «Arrow». La serie se encuentra ya en su quinta temporada y viene de dos anteriores que hicieron que entrara en un peligroso declive. Por lo tanto, esta quinta temporada tenía un enorme trabajo si no quería echar por la borda la serie. Venía de una sensación muy fría, donde la historia de Oliver se había desvirtuado, con un final muy poco digno, y donde la trama amorosa se había llevado todo el protagonismo, por no decir que los flashbacks no iban muy acorde con lo que veíamos en el presente, dejándote una sensación de vacío peligroso. Además, la magia no es algo que le sentara especialmente bien a la serie. Esto hizo que muchos abandonáramos la serie a mitad de temporada (sí, yo también me incluyo), planteándonos si darle una segunda oportunidad de cara a la nueva temporada.

Y la quinta temporada llegó. Y yo decidí darle una segunda oportunidad por las declaraciones de los creadores y actores. Pasados los primeros nueve episodios, ¿qué opinión me merece este comienzo? ¿Estoy motivado para seguir viendo la serie? ¿Merece la pena? ¿O es mejor darla de lado y no perder más el tiempo? ¡Sigue leyendo si quieres averiguarlo! Eso sí, avisamos de spoilers de la actual trama.

Más vale tarde que nunca

Y es que han tenido que pasar dos temporadas para que los creadores de la serie se dieran cuenta de lo que estaba mal en ella y decidieran enmendar sus errores. A su favor diré que más vale tarde que nunca. Han hecho borrón y cuenta nueva con esta temporada. ¿Y de qué manera? ¿Cómo podríamos obviar lo sucedido en las dos anteriores temporadas? Pues de una manera muy simple. No mencionemos sus acontecimientos a no ser que sea estrictamente necesario, como, por ejemplo, para presentar a Rory/Ragman, para hablar de Dinah Laurel Lance o para recordar lo que le pasó a Andy, el hermano de Diggle. Eso sí, no penséis que nos pararemos a recrearnos en ello. Hablaremos lo justo y cuando el guión lo requiera. Mejor no recordar errores pasados y centrarnos en el desarrollo de la serie. Cosa que se agradece.

Otro punto a favor es que, por fin, deciden evolucionar a los personajes de manera lógica y de acuerdo al guión y no al fanservice. Se acabó el Olicity. Definitivamente. O así debería ser tras lo mostrado en los dos últimos episodios de la temporada. Cosa que ayuda a que ambos personajes sigan adelante, no se estanquen en la serie y se vuelvan más interesantes. Felicity ha perdido protagonismo en favor a Oliver, recuperando su rol de la segunda temporada. Y vaya, le ha sentado bien ese cambio. Diggle ha superado el trauma de haber asesinado a su hermano rápidamente para incorporarse a la trama principal de la que hablaremos más adelante. Y Thea, bueno, siempre me ha encantado el personaje, siempre me ha gustado como Speedy, y, por el momento, han decidido mover su papel a uno que requiera menos acción. Por el momento.

Vuelta a los orígenes

Así que, por el momento, «Arrow» ha decidido corregir todo lo malo que tenía volviendo a lo bueno. Sí, lo bueno que encontrábamos en las dos primeras temporadas. ¿Y qué es lo bueno de esas temporadas? Pues básicamente tres cosas. Una de ellas es una trama lineal en la que Oliver se enfrenta a un villano que le afecta mental y emocionalmente al formar parte de su vida, lo cual hace que el espectador estreche lazos con el protagonista y también con el villano, como pasó tanto con Merlyn como con Slade. No quiero hablar ahora del villano, pues hablaremos después, un poco más adelante.

Otra de esas cosas que recogen de las dos primeras temporadas es el tener una relación directa entre el Oliver del presente y el Oliver de los flashbacks, donde ves cómo aprendió a hacer lo que hace actualmente, cosa que se perdió por completo en las temporadas 3 y 4. Por fin volvemos a ver a un Oliver aprendiendo a trabajar solo, sin confiar en nadie, valiéndose por sí mismo, volviéndose frío y calculador, exactamente igual que cuando empezó la serie.

Y, como tercer punto, el tener un villano misterioso, sin rostro, sin identidad. Y no ha sido hasta el noveno episodio hasta que hemos visto quién era este villano y el por qué está haciendo lo que está haciendo, lo que provoca que te vincules emocionalmente con ambas partes, y puedas comprender ambos puntos de vista, siendo los dos igual de malos. Exactamente igual que pasó con Merlyn y con Slade. Esto ha sido un puntazo, y así dejamos atrás esos villanos que a priori son invencibles e imponentes, pero que realmente dejan al espectador bastante frío por no conectar emocionalmente con el espectador.

Pero por si esto no fuera suficiente, en esta temporada ha vuelto la principal herramienta de la primera, como fue la lista de nombres de Robert Queen, las incontables referencias al pasado de Oliver y de cómo actuaba y constantes menciones a Slade, refiriéndose como el oponente más duro al que se han enfrentado. No Ra´s. No Damien. Slade.

El Team Arrow

No tardaron mucho en introducir un nuevo Team Arrow, ya que el anterior quedó disuelto salvo por Felicity y Oliver. Así, Ragman, Artemis, Wild Dog y Mr. Terrific se unen a la cruzada de Oliver, y se nota una excelente química entre todos ellos. Personajes que sirven como apoyo para Oliver pero a los que Oliver no quiere exponer demasiado por ser unos novatos. El único que escama un poco en el grupo es Mr. Terrific. Quizás es una apreciación mía, pero no termina de encajar con el equipo, quedándose más como un alivio cómico que como un personaje con el que contar.

Por supuesto, a este nuevo equipo vuelve a unirse Diggle, siendo un compañero y amigo para Wild Dog, entre los que se crea un vínculo que a mi, personalmente, me encanta. Punto a favor para Artemis, que se ha convertido en mi personaje favorito de lo que llevamos de serie, a pesar de la sorpresa del último episodio. Y por lo que nos han dejado caer, Thea no tardará en volver a enfundarse el traje de Speedy uniéndose de nuevo al equipo. Quizás esto sea necesario porque hay dos personajes que van a salir del equipo. Quién sabe.

¿Relleno? ¿Dónde?

Esto ha sido una de las cosas que más he adorado de la nueva temporada. ¿Cómo The CW ha hecho una temporada de 23 episodios, ha emitido ya 9 y ninguno ha sido relleno ni con villano de la semana? Si hasta el episodio en el que apareció Stardust estaba relacionado con la trama principal. Estas son las cosas que provocan que la gente quiera seguir viendo la serie. De verdad, merecen un enorme aplauso por lo que han montado hasta este momento, no solo por realzar la serie y corregir poco a poco lo que estaba mal con la serie, sino por coger una trama original relacionada con la primera temporada y darle una estructura lineal durante 9 episodios seguidos sin que haya acabado aún. Esto, amigos, se llama tener clara la historia que quieren contar. 

Sin prisa pero sin pausa, han ido introduciendo nuevos elementos en cada episodio, abriendo un nuevo misterio, cerrando tramas abiertas de otras temporadas que eran estrictamente necesarias tratar (como el asunto entre Felicity y Ragman o el cargo de conciencia de Diggle por la muerte de Andy), poniendo toda la carne en el asador para el último episodio que no podía dejarte más tocado. Y, por supuesto, tampoco podía dejarte con más ganas por saber lo que vendrá.

¿Antagonistas a la altura?

Bueno, esto resultará un tema subjetivo. Más que nada porque si algo tiene esta serie, es que siempre presentan a los villanos como buenos antagonistas, incluidas las dos anteriores temporadas, pero en la segunda parte de temporada las cosas cambian mucho. Con Merlyn y con Slade fue todo como un tiro, no se puede decir lo mismo de Ra´s o Damien, que ambos se desinflaron hasta el ridículo.

Como apreciación personal, diría que esta temporada será como las dos primeras. En ningún momento pintan al villano como inmortal. Tiene una historia anterior con Oliver y unos ideales muy claros. Al parecer tiene el mismo entrenamiento que nuestro protagonista y un plan que me recuerda demasiado al de Slade. A priori tiene una pinta excelente. Y ese villano lleva el nombre de Prometheus, que se ha desvelado como el hijo de uno de los nombres de la lista, al cual Oliver mató durante la primera temporada. Por tanto, su historia será de venganza. Nada de conquistar la ciudad. Nada de dominar el mundo. Es el villano del héroe y de nadie más.

Pero no es el único antagonista que ha surgido esta temporada. Una alianza inesperada de Artemis con Prometheus se ha mostrado en el último episodio, resultando ser un topo y una traidora. Un giro de guión que se agradece y que esperemos lo lleven bien. Por su parte, también nos han introducido a Vigilante, un antihéroe sin control que quiere acabar con el crimen a su modo. Aunque aún no sabemos quién se encuentra bajo el traje, ya nos podemos ir haciendo alguna idea acerca de su identidad.

Conclusión

Esta serie se ha realzado, y lo agradecemos. Parece que por fin han visto lo que estaba mal en ella y lo han erradicado. Y por ello se merecía el titular de una famosa cita de Nietzsche, «cómo podría renacer sin antes haber sido reducido a cenizas», justo como esta serie. Ha contado con un final de midseason impactante (creo que es el que más me ha impactado de toda la serie), y estoy desando ver cómo vuelven, espero que no se desinflen, aunque, sinceramente, lo dudo muchísimo, pues parece que lo tienen todo montado para bastantes episodios. Si tuviera que valorarla con una comparación, diría que se encuentra entre el nivel de la primera y la segunda, por encima de la primera pero un pelín por debajo de la segunda.