'Consent' de Ryan Murphy: Cuando los boicots a las series empiezan antes siquiera de ser creadas

Ruanmurphyconsent

En el fondo, tiene sentido, claro: si consideras que un concepto de serie puede dar pie a un producto pernicioso, lo lógico es quejarse antes de que se realice, para que ese daño no llegue a producirse. Sobre el papel es así de fácil. En realidad, es mucho más complejo: ya no solo es que se pueda hablar de distintos temas controvertidos con enfoques muy distintos, sino que rara vez se puede juzgar un proyecto a partir de una mera línea conceptual de argumento.

Pero es lo que le ha pasado a Ryan Murphy con una nueva idea para una serie, ‘Consent’, que contó en una entrevista en ‘The New Yorker’ que estaba basada en el movimiento #metoo que está poniendo patas arriba Hollywood con sus denuncias de abusos de hombres con poder en la industria. Según Murphy, sería «potencialmente, un nuevo ‘American Crime Story’«, siguiendo el modelo ‘Black Mirror’. «Cada episodio«, afirma Murphy, «exploraría una historia distinta«, y entre los ejemplos que pone, hay ambientaciones en las oficinas de Weinstein, o con Kevin Spacey.

Esto es todo lo que se dice en ‘The New Yorker’, pero ha sido suficiente para suscitar las dudas de Internet. Las quejas han sido diversas, pero se han basado en dos frentes. Por una parte, el enfoque habitual de Murphy hacia el lado más escabroso de sus historias, como se ha podido ver en ‘American Horror Story’ o ‘Feud’.

i just threw up in my mouth. ryan murphy has made fun of sexual assault multiple times on glee. don’t do this https://t.co/f4iedONZ3a

— ❤️6 (@sethkisa) 7 de mayo de 2018

«Acabo de vomitar en mi boca. Ryan Murphy se ha reído de los asaltos sexuales en múltiples ocasiones en ‘Glee’. No hagáis esto«.

I’d prefer that something like that be handled by someone who didn’t rely so much on sexual violence in his programming to shock people.

— Russell (@RussellH88) 7 de mayo de 2018

«Preferiría que algo como eso fuera conducido por alguien que no confiara tanto en la violencia sexual para impactar al público«.

En cierto sentido, esa actitud recuerda a la reacción que suscitó la futura serie de HBO ‘Confederate’, que fue biocoteada con el hashtag #nocondefederate en cuanto se hizo público su argumento: una historia alternativa de EEUU en el que el sur ganó la Guerra Civil. Un parecido que también ha llamado la atención de tuiteras como Marina Such.

Oh, vaya. Parece que tenemos un «Confederate 2” con gente quejándose de una serie que no existe aún. La de Ryan Murphy, de hecho, ni siquiera es más que un deseo. https://t.co/pT7QbOl41C

— Marina Such (@MissMacGuffin) 8 de mayo de 2018

Sin embargo, de nuevo -reforzando la idea de que cada caso es un mundo-, las diferencias son notables: el proyecto de ‘Confederate’ estaba armado, con nombres a bordo y un canal asignado. Y el argumento, por muy respetuosamente que se trate, es altamente problemático, y los riesgos de que contenga material controvertido son elevados.

También se ha puesto sobre la mesa la inconveniencia de que Murphy, un hombre blanco (aunque no hetero) trate un tema que no le afecta directamente.

Yes, I’ll take «Stories That Aren’t Yours To Tell» for $200, Alex,https://t.co/ir64rrEebb

— MarcusKBloom (@MarcusKBye) 7 de mayo de 2018

«Sí, tomaré un «Historias que no son las que tienes que contar tú» por 200$, Alex«.

Esta última posición recuerda, a su vez, a la reciente polémica con la nueva serie de Netflix ‘La casa de las flores’, en la que Paco León interpretará a una mujer transexual, y cuya interpretación ha sido puesta en duda por no ser esa la identidad sexual del actor. En el caso de León la queja radica en la percepción que la sociedad tiene de los transexuales y el miedo a que la serie refuerce el tópico de «hombre vestido de mujer».

De nuevo, en este caso, la cuestión es distinta: para empezar, el propio Ryan Murphy tiene un historial más que demostrado de contar con equipo técnico y artístico diverso. Podemos estar razonablemente seguros de que la serie no va a ser contada desde la perspectiva de un hombre, porque no es la forma de trabajar de Murphy. Así lo ha defendido la propia autora del artículo de ‘The New Yorker’, Emily Nussbaum, en su cuenta de Twitter.

First of all, it’s not even a show yet—just a concept he was considering. The Black Mirror thing is about the structure, not the tone: his intent is to have a different writer/director on each ep. VARIED people: he has a commitment to use 50% diverse directors, for instance…

— Emily Nussbaum (@emilynussbaum) 8 de mayo de 2018

«Para empezar, no es todavía una serie, solo un concepto que está considerando. La referencia a Black Mirror se refiere a la estructura, no al todo: su intención es tener un guionista / director distinto en cada episodio. Gente DIVERSA: él está comprometido a usar un 50% de directores diversos, por ejemplo…«

Un caso más de reacciones frontales a anuncios que, en este caso, no nos cuesta imaginar como una mera divagación de Murphy durante la entrevista. Por mucho que simpaticemos con los motivos de las protestas, y sobre todo conociendo a Murphy y su implicación con determinadas causas, es posible que esta vez el frenazo haya llegado antes de que nadie haya pisado el acelerador.

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‘Consent’ de Ryan Murphy: Cuando los boicots a las series empiezan antes siquiera de ser creadas

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John Tones

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