Análisis ‘The Walking Dead’ 7×03: “The Cell”
Análisis ‘The Walking Dead’ 7×03: “The Cell”
Analizamos el tercer capítulo de la séptima temporada de ‘The Walking Dead’, que todavía mantiene el luto de los asesinatos de Negan
Pérdida de tensión, dramatismo y credibilidad. Siempre ha sido uno de los grandes problemas de The Walking Dead. La irregularidad de la serie de AMC es evidente en capítulos como el tercero de la séptima temporada. Titulado The Cell, el nuevo episodio ha sacado a relucir el talón de Aquiles del tv show. ¿Cómo mantener el mismo nivel en cada momento cuando hay momentos que son inigualables?
Pudiera parecer que Juego de Tronos es más o menos similar a The Walking Dead. Capítulos tremendamente memorables frente a otros que pasan completamente desapercibidos. Sin embargo, la ficción de HBO engancha por pura telenovela. The Walking Dead no. No tenemos la misma sensación ahora que antes del primer episodio de este año. Antes de Negan. Antes de que despidiéramos a Abraham y a Glenn.
Jeffrey Dean Morgan mantiene la tensión y el drama con su caracterización como Negan
En este tercer capítulo, y tras conocer el reino de Ezekiel, recuperamos a Daryl. Este personaje, inédito en la trama original de los cómics de Robert Kirkman, es uno de los más queridos por los fans. Representa todo lo que se puede esperar de The Walking Dead. Valentía, honor y espíritu de supervivencia. Sin embargo, todo ello ha quedado reducido a cero este año.
El Daryl que vemos en The Cell está recluido tras golpear a Negan. Y va a pagar las consecuencias de su osadía. Subyugado a esa posición y alimentado a base de sándwiches con comida para perro… Pero queda totalmente aislado por Jeffrey Dean Morgan. El actor se ha hecho completamente con el papel de Negan. Cada vez que sale en pantalla la llena. La hace suya. Eso es lo que mantiene la trama y la tensión: su interpretación.
El cuarto capítulo debería abandonar el luto de las muertes de Negan
Recuperándonos todavía del primer episodio, podemos entender que este tercer capítulo mantenga la serenidad del segundo. Sin embargo, empezamos a sentir la necesidad de mayor velocidad en The Walking Dead. Es necesario recuperar ese magnetismo que hace de esta serie una de las mejores del momento. Una de las mejores ficciones de la pequeña pantalla en la actualidad.
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