LAS 10 MEJORES PELÍCULAS ESPAÑOLAS DEL 2017
Os ofrecemos el top-10 de las mejores películas españolas estrenadas hasta la fecha.
Como sabemos, la batería de estrenos potentes se producirá durante el último cuatrimestre del año, por lo que este top sufrirá notables variaciones al concluir el 2017.
Estas son las 10 mejores películas españolas estrenadas hasta la fecha (*estrenos del 1 de enero al 18 de agosto).
10. El Bar (de Alex de la Iglesia)
En su comeback al gamberrismo del Alex de la Iglesia de culto -el de los inicios-, el director nos ofrece un despliegue de virtuosismo fílmico con una vertiginosa sucesion de cambio de planos -increíble no encontrar una fisura de racord- y un meritorio montaje.
Locura y momentos de buen cine en un filme que, como marca de la casa, tambien nos ofrece la peor versión del director, que no logra convertir el espectáculo en un auténtico entretenimiento y se embarra en el tercer acto.
9. No sé decir adiós (de Lino Escalera)
Málaga aplaudió la sobria narración de una historia de cómo enfrentarse a la perdida de un ser querido. Este drama intimista -con pinceladas de humor-
destaca por su retrato psicologico y construccion de personajes. Aunque el verdadero milagro de No se decir adios quizá resida en las composiciones memorables de Nathalie Poza y Juan Diego. Ambos deberian pasear por la alfombra de los Goya 2018.
8. La mano invisible (de David Macián)
Esta parábola sobre la precariedad laboral ostenta el título de sleeper del cine español este año. Esta autoproducción sorprende por su fuerza y la originalidad de su propuesta, destacando el uso del sonido y la creación de un ambiente opresivo.
7. Incierta Gloria (de Agustí Villaronga)
Aunque lejos de la potencia malsana del Villaronga de los inicios -el mejor-, Incierta Gloria atesora grandes dosis de cine.
Una nueva visión de los estragos de la guerra alejada de maniqueismos. En su parte artística, así como la descripción de las almas corrompidas, reside el éxito del filme. Lástima de un “incierto guión” que, en ocasiones, hace aguas.
6. Pieles (de Eduardo Casanovas)
Entre lo destacado de lo que llevamos de año no podemos olvidarnos de la irrupción del universo de Eduardo Casanovas, que propone un cuento de hadas insólito. Tras la abrumadora propuesta estética subyace una notable fábula reivindicativa con altas dosis de provocación.
La ausencia de un guión notable impide que estemos ante una obra mayor.
5. Julia Ist (de Elena Martin)
Otra pieza indie para este top. Una mirada nueva y refrescante.
Dotada de una gran naturalidad y un sólido guión, nos descubre a través de los primeros planos a su protagonista -y directora del filme- las visicitudes de enfrentarse a un escenario hostil, llámese Erasmus o, tal vez, madurez.
4. Contratiempo (de Oriol Paulo)
Eficaz, tramposa, comercial y juguetona. Pero, ante todo, Contratiempo es una de las mejores evocaciones de nuestro cine al suspense más clásico, con referentes como Agatha Christie.
Dejarse caer en su trampa sin prejuicios nos hará descubrir el guilty pleasure del año. Y claro está que el recital de Ana Wagener es un plus.
3. Abracadabra (de Pablo Berger)
La valentía de Berger tras una obra aclamada como Blancanieves ya es digna de ovación. Técnica y estéticamente inmensa, nos regala una sucesión de secuencias para el recuerdo en una conjunción inclasificable de géneros.
Pese a que tiene desniveles (especialmente en su tercer acto) y que no acaba de ajustar su simbolismo feminista, estamos ante una obra mayor que, probablemente, será más apreciada en un futuro.
2. Verano 1993 (de Carla Simon)
Carla Simón ha arrollado este año con su primer trabajo. Sorprende la dosis de cine que regala una debutante con una obra autobiográfica tan personal.
Poco que añadir ante una película candidata a ser la gran triunfadora del año.
Una obra redonda y rematada con uno de los mejores finales del año.
1. Mimosas (de Oliver Laxe)
La mejor película del cine español estrenada en 2017 fue la vencedora en la sección Semana Crítica del Festival de Cannes 2016.
Este western de vanguardia supone una experiencia única y mística para el espectador. Imposible no caer rendido a su fotografía en una historia de todo lo que conlleva la fe. Imprescindible.
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