Fallece Yvonne Blake
A Yvonne Blake muchos la recordarán por haber sido la penúltima presidenta de la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas, una labor que se vio interrumpida debido al ictus que sufrió el pasado mes de Enero y cuyas secuelas han llevado a su fallecimiento hoy, a los 78 años de edad.
Blake, diseñadora de vestuario de profesión, con una carrera desarrollada en varias cinematográfias, un Óscar (por Nicolás y Alexandra), cuatro Goyas (por Remando al viento, Canción de cuna, Carmen y El puente de San Luis Rey) y numerosas nominaciones a los BAFTA o los EMMY, desarrolló una carrera intachable.
Natural de Manchester, estudió en el Regional College of Art & Design ubicado en la misma ciudad para después comenzar su carrera como ayudante de la diseñadora de vestuario Cynthia Tingey. Fue en 1966 cuando debutó como jefa de equipo en esa especialidad en La Venus de la Ira, de Daniel Mann, iniciando una carrera como figurinista que pronto le otorgaría su primer trabajo destacado en Fahrenheit 451 de François Truffaut. Fue encadenando trabajos dentro y fuera de Reino Unido hasta que en 1971 ganó su Oscar por Nicolás y Alexandra.
A partir de ahí llegaron trabajos cada vez más ambiciosos como Jesuscristo Superstar, su notable periplo de la mano del director Richard Lester (Los tres mosqueteros, Los cuatro mosqueteros, que supuso su segunda nominación al Oscar, Robin y Marian) y el que es quizás su trabajo más popular, el vestuario de Superman, de Richard Donner.
Fue en los años 80 cuando su vínculo con España se fue haciendo cada vez más fuerte, trabajando con directores como Jaime Chávarri, Gonzalo Suárez o Vicente Aranda o en producciones extranjeras rodadas en nuestro país como Los señores del acero, de Paul Verhoeven. Todo ello sin desvincularse del todo de Hollywood, donde trabajó en títulos tan artísticamente reseñables como Más allá de los sueños.
En 2012 la Academia de Cine reconoció su labor en nuestro cine con el Premio Nacional de Cinematografía. Cuatro años más tarde se convertiría en la primera persona no española en presidir la Academia. Labor que ejerció hasta que la salud se lo impidió.
Con ella se va, no sólo un gran talento, sino una de las personas que más ha visibilizado dentro y fuera de nuestro país la importancia de los oficios artesanos que hacen posibles las películas que vemos.
Aquí podéis leer la nota de despedida de la Academia de Cine, de la que era presidenta de honor. Y en el siguiente vídeo la larga entrevista que le hicieron hace dos años en la propia Academia:
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