[Críticas] Marvel’s The Punisher, los horrores de la guerra

El año pasado la segunda temporada de “Marvel’s Daredevil” nos introdujo a Frank Castle, un ex-marine que había comenzado una cruzada para asesinar a todos aquellos que estuvieron involucrados en la muerte de su familia. Jon Bernthal fue el encargado de interpretarlo y su impacto fue tal que Netflix y Marvel decidieron darle su propia serie que llegará finalmente este viernes.

En Blog de Superhéroes ya hemos tenido oportunidad de echarle un vistazo a los 13 episodios que conforman la primera temporada de “Marvel’s The Punisher” y aquí tenéis la opinión de un servidor al respecto, sin spoilers.

Estamos ante otro triunfo del dúo Marvel-Netflix. El tratamiento serio y adulto de la trama y la brutalidad de algunos temas, no solamente de las intensas escenas de acción, convierten a esta serie en una ficción algo complicada de ver. El showrunner Steve Lightfoot coge este personaje de cómic y se queda con lo más terrenal para profundizar en ello desde todos los ángulos, así pues no tendremos a un Frank que se enfrenta a ninjas místicos, sino a la crueldad humana y la locura derivada de la guerra. Algo que vemos muy pronto es que no se corta un pelo en mostrar lo que un conflicto bélico puede llegar a hacerle a un hombre, Lightfoot es consciente de que Frank es un hombre trastornado y no lo edulcora para nada a lo largo de los 13 episodios, no sólo en él sino también en el muy variado reparto secundario. Hay una gran cantidad de discusiones sobre las motivaciones del personaje para justificar, o no, sus acciones.

Uno de los problemas que a veces tienen estas series es que, debido al compromiso de entregar más de diez horas acaban añadiendo algo de relleno que en ocasiones corta el ritmo de la historia. “The Punisher” no es la excepción pero al menos la subtrama que explota hacia la mitad sigue jugando dentro de la temática global de la temporada y está conectada con el conflicto principal de un modo u otro. Además se ha venido desarrollando desde los primeros episodios de forma fantástica, así que no molesta y sirve para ver otra faceta de Frank algo más íntima y cariñosa, que es algo que no solemos ver demasiado.

La serie se va cocinando a fuego lento con estallidos puntuales de violencia, la trama que nos plantean es prácticamente un thriller de conspiraciones que plantea dilemas muy presentes en la sociedad estadounidense como puede ser el uso de las armas. Por desgracia este tema nunca crea un debate real y la serie se posiciona de forma clara, ya que la parte que apoya la mayor regulación de armas no son personajes con los que el espectador pueda empatizar realmente. Respecto a los villanos, la serie no acaba teniendo unos rivales a la altura de los grandes de Netflix como Kingping (“Daredevil”) o Kilgrave (“Jessica Jones”). Los antagonistas de Frank llegan a ser una verdadera amenaza y a poner a nuestro ¿héroe? contra las cuerdas pero no tienen ese magnetismo que tenían los antes mencionados, si acaban funcionando tan bien como lo hacen es porque todas las demás piezas se mueven a la perfección, comandados por un Jon Bernthal en estado de gracia.

Y es que si en Daredevil ya vimos en Bernthal al Frank Castle ideal para este universo, aquí eso se reafirma. El actor es capaz de entregar al Castigador más salvaje y minucioso y a la vez al Castle más íntimo. Acompañado por varios recursos narrativos que no desvelaré, Bernthal se mete en la mente de su personaje como pocos actores han conseguido hacerlo, muestra de ello es la fantástica escena final de la temporada, un ejemplo perfecto del camino que ha recorrido Frank. En cuanto al reparto secundario destaca sobretodo Ebon Moss-Bachrach como David Lieberman a.k.a. Micro, este personaje es algo más que el sidekick del Castigador y tiene sus propias motivaciones para hacer lo que hace, la evolución de su relación y la dinámica que se acaba instaurando entre ambos es otro de los aspectos positivos. Finalmente destacar el trabajo de actores como Amber Rose Revah, Ben Barnes y Jason R. Moore, cuyos personajes sirven para explorar las diferentes facetas de la mente de Frank.

En cuanto a la acción aporta algo distinto a lo que habíamos visto hasta ahora en las otras series del dúo Marvel-Netflix. Hasta ahora nuestros protagonistas eran luchadores físicos que, si tenían que pelear, lo hacían físicamente, “The Punisher” cambia eso al aportarnos enfrentamientos bélicos con armas de fuego por todas partes. Eso, sumado a la idea global de que estamos en una guerra, hace que las escenas de acción sean más intensas y crudas que en, por ejemplo “Daredevil”, donde más allá de la obvia intensidad que había estaban rodadas con cierta elegancia. Sobretodo hacia el final cuando todo está llegando a su fin tenemos unos niveles de violencia explícita que no habíamos llegado a ver en ninguna de las cinco series hasta ahora estrenadas.

Finalmente a nivel técnico la serie sigue jugando con buscar un estilo contenido que no caiga en los desmadres que permite un personaje tan salvaje como el Castigador. Así pues en la estética visual predominan los tonos grises, representando la ambigüedad moral de las acciones de nuestro protagonista, y la banda sonora está compuesta realmente por melodías tocadas a guitarra, bastante más intimistas de lo que esperaba en un primer momento. La introducción de la serie tiene una animación trabajada y un tema que encaja con el tono de la misma, es funcional pero tampoco destaca especialmente

“Marvel’s The Punisher” es otra victoria del dúo Marvel-Netflix. Jon Bernthal se alza como el Frank Castle perfecto en una primera temporada en la que la violencia explícita y el análisis psicológico buscan el equilibrio constantemente, una historia que se sumerge en la mente del Castigador y explora todos sus rincones.

Escrito por Adrià Medeiros en Blog de Superhéroes. Si no estás leyendo esto en Blog de Superhéroes, el artículo original lo encontrarás aquí …https://blogdesuperheroes.es/criticas-marvels-the-punisher-los-horrores-la-guerra.