No diga “claymation”, diga Will Vinton
Primero: la historia de Will Vinton, de lo que creó, de lo que llegó a ser y de lo que acabó perdiendo se encuentra maravillosamente explicada en este fantástico post de Zachary Crockett para Pricenomics. Yo me voy a limitar a resumirlo como prolegómeno al tráiler y al póster de Welcome to my Daydream, el documental sobre su vida y milagros dirigido por Marq Evans, y que Cartoon Brew ha colgado en exclusiva este martes.
Vinton es el autoproclamado “padre de la claymation” — término registrado por él mismo — y el hombre que puso el granito de arena de lo que hoy en día se conoce como Laika Animation. Vinton se forma en la Universidad de Berkeley durante finales de los años 60, en medio de una explosión social que le lleva a combinar sus estudios de arte, física y arquitectura (fan declarado de Gaudí) en una técnica de animación basada en el stop-motion con la incorporación de la plastilina como material esencial. Hay que decir que Vinton no está solo en esta empresa, sino que propulsa unas ideas técnicas desarrolladas por Bob Gardiner, compañero en sus primeros cortometrajes. Vinton y Gardiner, por decirlo de otra manera, recogen un proceso histórico, le añade la característica de la “deformidad”, facilita un poquito tan laboriosa tarea, y expande exponencialmente sus límites artísticos.
En 1974, Vinton crea su estudio particular y comienza a generar contenido a una velocidad supersónica en forma de cortometrajes y anuncios que le hacen crecer en prominencia hasta alcanzar su apogeo en la década de los 80 y principios de los 90, especialmente en el campo de la publicidad, gracias a marcas como California Raisins o M&M’s. Para ese momento, Vinton ya tiene un Oscar en su vitrina por Closed Mondays, dirigido junto a Gardiner.
Trabajos que se harían extensibles a producciones de imagen real con ganas de desmelenarse, como este episodio de Luz de Luna.
Y así llegamos a Travis Knight, el actual CEO de Laika, hijo del presidente de Nike Inc., y becario de Vinton durante sus primeros años en la profesión — después de, atención, una infructuosa carrera de rapero, bajo el nombre de Chilly Tee, quien llegó incluso a tener a su servicio a golpe de dólar a la Bomb Squad, los productores de Public Enemy (!) –. Lo que ocurre a partir de ahora no sorprenderá a casi nadie. Como ha sucedido en tantas ocasiones, la compañía de Vinton creció por encima de sus posibilidades, comenzó a perder dinero a borbotones, y Vinton acabó entregando la empresa a Knight Sr., quien invirtió 180 millones de dólares para revivir la empresa, rebautizada como Laika, tras adquirir todo lo que Vinton tuvo una vez. Incluyendo el término “claymation”.
Y esta es un poco la historia. Os recomiendo encarecidamente el post de Crockett, de todas formas, para conocerla con más profundidad. De momento, va lo prometido. Tráiler de Welcome to my Daydream (todavía en proceso de producción)…
…concept poster…
y un pequeño documental de media hora sobre Vinton que he encontrado en Youtube.
Cartoon Brew
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