Sitges 2018 – Días 8, 9 y 10
Por Fernando Polanco.
Acabo la cobertura del festival uniendo las últimas jornadas en una sola crónica para facilitaros la lectura. Antes del repaso peliculero, quiero aprovechar para dar las gracias a la buena gente de Las Horas Perdidas por dejarme este espacio un año más y, sobre todo, a vosotros por vuestro seguimiento y vuestros comentarios. Ha sido un placer y ando por Twitter para lo que necesitéis.
LA NOCHE DE HALLOWEEN
Laurie Strode y Michael Meyers se reencuentran 40 años después en una secuela que se salta a la torera toda la mitología pasada y supone una continuación directa de la película de 1978.
Como era de esperar, las expectativas, el “haterismo”, los “talifans” y la controversia tuvieron casi la misma importancia que la película en los corrillos de antes y después de la proyección. Yo sólo puedo deciros que la disfruté muchísimo. Es un slasher en toda regla con un “body count” plagado de muertes ingeniosas que en su desarrollo encuentra el equilibrio entre la violencia cruda y el divertimento propio del clásico de Carpenter. La sala aplaudió los numerosos (e ingeniosos) homenajes a la saga original y personalmente agradezco el juego que hace el guión pervirtiendo determinados códigos del género. No puedo hablar mucho más sin entrar en spoilers pero os adelanto que esta nueva producción de Blumhouse es un exitoso bautismo en el género de terror para la carrera de David Gordon Green (Superfumados). Auguro taquillazo y (por desgracia) más secuelas.
SUPERLÓPEZ
Después de Anacleto: Agente Secreto, Caldera vuelve a ser el encargado de expandir con un nuevo título el universo comiquero de Zeta Cinema.
Si tuviera que resumir con una sensación mi experiencia con Superlópez ésta sería la del flashback directo a mi infancia. Recuerdo leer los cómics con siete u ocho años y quedar fascinado por las historietas de distopía guasona de Jan. Y la verdad, no soy muy amigo de las producciones que utilizan la nostalgia para engatusar al espectador, pero Superlópez va más allá siendo una brillante actualización del tono y del universo slapstick de los cómics originales. Se le ha criticado por su humor blanco (que lo tiene) pero no estamos delante de un “Caballero Oscuro”, estamos frente a una comedia de superhéroes para toda la familia que hizo reír a los niños y aplaudir a los adultos de la sala.
Otro buenísimo descubrimiento durante su visionado: la madurez del lenguaje de Caldera, que se acerca cada vez más a Edgar Wright y se marca un Los Increíbles castizo. Ojalá lo pete en taquilla y podamos tener al Señor de los Chupetes o a Al Trapone en pantalla grande.
BOCADILLO
Con más de un millón de visualizaciones en pocos días, el tráiler de la primera película de Wismichu preludiaba uno de los eventos más esperados por los fans y los haters del youtuber.
Supongo que os habéis enterado de lo que pasó porque ha sido viral y todos los medios se han hecho eco… pero yo estuve ahí. Yo sufrí esta suerte de “El día de la marmota” reducido a la mínima potencia, yo vi al voluntario del cine El Retiro con el labio roto por una cámara y a la gente jaleando alrededor de la ambulancia en la calle, vi los caretos del público no dando crédito mientras los minutos pasaban, vi cómo se caldeaba el ambiente hasta que un tipo con muletas saltó al escenario a corear “Wismichu, cabrón, devuélvenos el dinero” y se lo tuvieron que llevar a su butaca…
Este trolleo épico tiene otra mente detrás: la de Carlo Padial. El creador de Quiero Ser Negro y el youtuber se traen algo entre manos. ¿Una película, un documental? Aún es pronto para decirlo. Lo que sí puedo decir es que, justo después de la proyección, Wismichu me envió un audio por Whatsapp a través del teléfono de Padial en el que me decía: “Fernando, el cine no estaba tan vivo desde la época de Joselito.”. Éstas han sido las únicas declaraciones que ha hecho fuera de sus redes sociales (xD).
Arde Sitges. Ángel Sala se vio obligado a pedir disculpas durante la última rueda de prensa del festival y el ambiente está bastante caldeadito. El subdirector Mike Hostench reconoció haber seleccionado la película sin haberla visto y recibió todo tipo de insultos y amenazas por Twitter en lo que Sala calificó como un Assassanation Nation en toda regla. Me gustaría leer qué opináis sobre este tema en los comentarios y, por si no queréis ver la película, os dejo una escena mítica que seguro tuvo mucho que ver en la elaboración del bocata.
REBUJITO DE TÍTULOS
L´heure de la sortie es una versión de “Los chicos del coro” con los niños hijueputas de Eden Lake (o de El Pueblo de los Malditos) como alumnos. Su punto de partida es simple (un profesor sustituye a otro que acaba de tirarse por una ventana) pero su desarrollo la convierte en otra sorpresa positiva más que confirma el elevado nivel medio de toda la programación.
Koldo Serra vuelve a Sitges doce años después con 70 binladens, una comedia negra enmarcada en un atraco a un banco que, con ecos de La estanquera de Vallecas, ha gustado sin entusiasmar. Muy entretenida y bien interpretada pero demasiado cargada de giros locos para mi gusto.
Overlord funciona como un sándwich con pan ecológico premium al que se le ponen ingredientes caducados: el segundo acto es un relleno de baratillo que no está al nivel de su magnífico inicio y de su explosivo desenlace. Todo lo que no fuera ver nazis haciendo maldades de laboratorio me interesó más bien poco y me impliqué cero con los protagonistas y sus movidas. La hubiera disfrutado más con el >> del mando de la tele.
Después de esa obra maestra del humor absurdo que es The Greasy Strangler, las expectativas para ver lo nuevo de Jim Hosking eran tremendas. Para mí, An Evening with Beverly Luff Linn era uno de los títulos más esperados de esta edición y ha acabado siendo la decepción más gorda del festival. Por mucho que lo intentan, ninguno de los miembros del reparto (reincidente en la filmografía del director) consiguió arreglar con carisma las carencias humorísticas de un guión pocho y sin rumbo.
También pude ver Cam, una producción de Netflix de la que aún no hay tráiler y que funciona como un erótico relato de ciencia ficción en el que una webcamer ve suplantada su identidad virtual por un ente misterioso. Alucinantes algunas ideas que planta pero poco certera su resolución cuando comienza a recoger cable.
CONCIERTO DE JOHN CARPENTER
Para concluir, deciros que tuve el privilegio de ver al maestro en directo en el Auditori. Estuvo tocando los temas más icónicos de sus películas y algunas canciones de sus discos posteriores (“esta es la banda sonora que os regalo para las películas que tenéis en la cabeza”, dijo al presentarlas). El momento gafas de sol tocando Están Vivos, verle en modo bailongo o mirarle el careto mientras tecleaba a pocos metros de mí el tema de Halloween… impagable. Salí flotando y directo al stand de merchandising para inmortalizar el que será seguramente uno de los momentos más felices de mi vida.
Powered by WPeMatico