[Reseñas] Flash de Geoff Johns: La guerra de los villanos

Antes de ponerse manos a la obra para traer de vuelta a Barry Allen de forma triunfal tras haberse sacrificado por todos dos décadas atrás en «Crisis Tierras Infinitas», Geoff Johns dio forma a parte de la historia de Wally West una vez asumida la identidad de Flash para continuar con el legado de su tío y héroe. Vimos unos primeros números de esta etapa de Wally con Johns al frente en «Flash de Geoff Johns: Ignición» y gracias a la publicación de este nuevo volumen podemos ir un poco más allá y adentrarnos en la guerra de los villanos, un arco preparado para trastocar una vez más todo lo que Wally había dado por sentado.

Un secreto que llevaba años oculto sale a la luz y provoca unas consecuencias que Wally asume como suyas, pese a que él solo se ha topado con ello y le ha estallado en la cara. Y todo ello en medio de la caza del asesino de Sue Dibny. Sí, buena parte del tomo sucede de forma paralela a «Crisis de Identidad». De esta forma, Johns consigue dar una mayor magnitud a la obra original sin interferir en ella y mostrando que aquello solo fue el principio de algo más, uno de los muchos errores que Barry Allen cometió en su intento de hacer las cosas que creía que estaban bien.

Al final todo desemboca en una guerra de villanos en Keystone City con dos facciones encabezadas por Capitán Frío y Ola de Calor. Y claro, cuando las cosas se ponen feas para un velocista escarlata suele tender a entrar en escena algo reverso.

Con ayuda de Greg Rucka y los lápices de Howard Porter, Justiniano, Peter Snejbjerg y Steven Cummings, Johns siguió dando forma a su etapa al frente de Flash para poner nuevamente de manifiesto por qué se convirtió en el chico de oro de DC y uno de sus activos más importantes a día de hoy. Un volumen de casi cuatrocientas páginas imprescindible para los amantes del héroe del relámpago y el traje rojo.

Son varias las cosas a destacar del volumen, sin entrar en mucho detalle para evitar spoilers. Por una parte tenemos la forma de ir asentando las bases para la inminente guerra de los villanos. Por otro, principalmente al inicio, el desarrollo paralelo de «Crisis de Identidad» y las consecuencias que eso va provocando en la vida de Wally West. Johns une ambas cosas de forma totalmente natural y consigue darle a toda la historia una dimensión enorme que enlaza con todo lo presentado anteriormente, con lo que vendrá después y con lo que sucede al mismo tiempo en otros rincones del universo DC. Tejer algo así sin que quede sensación de que son todo remiendos, parches y excusas no es nada fácil, y Johns lo consigue de la forma más natural posible.

La historia se completa con los remordimientos y la culpa de Wally por un error que él ha cometido y se establece así un paralelismo con Barry mediante el que Johns quiere explicar que cometer un error no implica ser mala persona o un peor héroe. Los errores son gajes del oficio, en el sentido más amplio de la palabra oficio, y le pueden ocurrir incluso al mejor de ellos incluso cuando consideran que esa acción es la mejor que pueden o deben tomar. Se otorga así una profundidad extra al cómic y Johns se aventura a explorar la relación de amor y respeto que Wally sentía por su tío, recíproca por parte de Barry.

En el dibujo, teniendo en cuenta que pasamos por varias manos y que cada uno tiene un estilo personal, tenemos un buen nivel en líneas generales. Lo que uno espera de un cómic de Flash es frenetismo y lograr eso mediante un dibujo muy dinámico y colorido es probablemente el camino a seguir. Aquí es lo que nos ofrecen, por lo que no hay mucha queja al respecto. Se mantienen bien las proporciones y apuestan por una composición de las páginas que va variando en función de lo que sucede en ellas, agilizando así la narración. O frenándola si es necesario.

Igual que en el anterior tomo, ECC se ha tomado en serio la labor de traer de vuelta esta etapa, aunque seguramente muchos se preguntarán dónde están los números anteriores a estos dos volúmenes que la editorial presenta (la etapa de Johns comenzó años antes de «Ignición»). Viendo el empeño que han puesto en llevarla de nuevo a las estanterías es posible que acabemos viéndola reeditada, así que la esperanza está ahí.

Por lo demás, un buen complemento al Renacimiento del héroe en la etapa más actual del Universo DC que sirve para recordarnos que no hace mucho el que vestía el traje rojo era Wally West y no Barry Allen. Ahora las cosas han cambiado. Mucho. Pero eso no nos quita el poder disfrutar de estos números como si fuera el primer día, porque merecen la pena por el buen trabajo de Johns.