[Reseñas] El Viejo Logan 67 y 68

El primer arco de la serie regular de “El Viejo Logan” ha ido explorando las consecuencias inmediatas de la llegada de esta versión anciana de Lobezno al universo Marvel, ansioso por vengar y proteger su futuro. Por desgracia ha ido viendo que no todo es como él cree que debe ser.

En estos dos números publicados por Panini durante los meses de agosto y setiembre, Jeff Lemire y Andrea Sorrentino dan los coletazos finales a esta primera trama que les ha ocupado cuatro números. Una vez terminada, el personaje se encuentra en la posición ideal para seguir sus viajes y buscarle un nuevo significado a su existencia, aunque sea a través de hacer una visita a antiguas-futuras caras familiares.

Por el camino, y como hemos ido viendo a lo largo de los anteriores números, el equipo creativo se encarga además de llenar los huecos dejados por Mark Millar y Steve McNiven en la obra homónima que sirve de inspiración a esta colección regular mediante el uso de flashbacks. Si queréis saber como continúa esta curiosa propuesta, seguid leyendo.

Empezando por el final de “Berserker”, durante todo el arco Lemire ha enfrentado a Logan a aquellos personajes que han formado parte de etapas importantes en la vida del personaje, ya sea a nivel editorial o de la trayectoria ficticia de esta versión alternativa, como pueden ser Hulk u Ojo de Halcón, pero con la peculiaridad de que bajo el alias no se encuentra la misma persona. El final juega con la misma idea y vemos, tal y como se vio al final del último número, que Steve Rogers (anciano y sin ser el Capitán América, título que porta Sam Wilson) entra en escena para detener la cacería sin-sentido de Logan.

La conclusión es la lógica que se podría esperar una vez visto como se han ido desarrollando los acontecimientos, por desgracia hay un cierto cambio de actitud en las últimas viñetas que se siente demasiado forzado, como si fuera más una imposición editorial para contar con Lobezno en el universo mutante de nuevo y no pensaran tanto en conseguir el mejor final posible para la historia planteada.

Esta sensación de que es algo que Lemire se ha visto obligado a hacer se siente reforzada por el comienzo del siguiente arco, titulado “Fronterizo”, en el que el guionista consigue liberar a Logan de sus responsabilidades con los X-Men y volverlo a la carretera como el lobo solitario que es en tan solo un par de páginas. Consigue su objetivo: mostrar un Logan melancólico que busca su lugar en este nuevo mundo sin renunciar a aquello que le dio humanidad en el suyo, lo que le pone en una interesante posición de protector a la sombra que explota con inteligencia.

Un tema que se repite a lo largo de toda la trayectoria de Lemire como guionista es un homenaje continuo a Canadá. Trabajar con el mutante canadiense por excelencia le ofrece la oportunidad de alejarse de los Estados Unidos y ambientar la acción en su tierra natal de forma orgánica y aquí no es menos, prácticamente todo “Fronterizo” se ambienta en una localización canadiense.

El apartado artístico se sigue definiendo con una sola palabra: espectacular. Ya está demostrado que Andrea Sorrentino a los lápices y Marcelo Maiolo al color son una combinación ganadora que, sumadas con el buen hacer del canadiense a los guiones, nos ofrecen resultados realmente magníficos. Siguen presentes las clásicas composiciones experimentales de Sorrentino capaces de dejar boquiabierto al lector (aunque en un par de casos puntuales el uso demasiado uniforme de colores cálidos dificultan la comprensión de la escena) y se sigue haciendo patente su indiscutible capacidad para narrar únicamente a través de los dibujos, gracias también a una compenetración casi simbiótica con Maiolo, el ejemplo más ilustrativo es una de las primeras páginas del número 5 estadounidense (el 68 de la edición española) en la que se ve una evolución temporal sin una sola palabra y en tan solo tres viñetas, sin perder un ápice de calidad artística.

En cuanto a la edición nada extra que no hayamos dicho en anteriores ocasiones, la edición en grapa sigue siendo la misma salvo con la diferencia de que el número 68 contiene dos números, los correspondientes al 5 y 6 de la edición estadounidense, lo que hace que el precio se encarezca algo más de un euro y medio.

En conclusión, la serie termina su primer arco de forma consistente a rasgos generales, ya que los coletazos finales se ven más una imposición editorial para llevar a este Logan a los X-Men. De todos modos esto no se convierte en una extensión de “La extraordinaria Patrulla-X” y rápidamente Lemire vuelve a llevar a Logan a sus aventuras en solitario. Todo acompañado de un apartado artístico espectacular de la mano del brutal tándem formado por Andrea Sorrentino y Marcelo Maiolo que la siguen manteniendo como una de las series esenciales de esta etapa de Marvel.

Escrito por Adrià Medeiros en Blog de Superhéroes. Si no estás leyendo esto en Blog de Superhéroes, el artículo original lo encontrarás aquí …http://blogdesuperheroes.es/resenas-viejo-logan-67-68.