[Reseñas] Colección Extra Superhéroes 64: El Espectacular Spiderman

Spider-Man es un personaje del que se ha contado prácticamente de todo. Al ser una de las piezas clave del universo Marvel ha contado con multitud de series y miniseries que a menudo se publicaban paralelamente las unas de las otras. Ante este gran tapiz de historias es complicado intentar aportar algo nuevo y fresco, pero una buena solución es explorar algo más a los villanos bien a partir de su status quo en ese momento o, incluso, profundizar en el personaje principal y lo que le motiva realmente.

Hacia 2003 Paul Jenkins ya estaba aportando su granito de arena a la mitología del personaje en otras series arácnidas después de los complicados años noventa, pero desde Marvel creyeron oportuno darle su propia serie regular, que llevaría el familiar título de “The Spectacular Spider-Man” paralelamente a la etapa de J. Michael Straczynski.

Para esta ocasión Jenkins tenía claro que quería recuperar algunos de los villanos clásicos de Spidey, que habían ido cayendo un poco en el olvido, pero no como eran antes, sino bajo una nueva perspectiva. El resultado lo tenemos al completo gracias al tomo Integral que Panini Comics publicó el pasado mes de setiembre.

Lo primero que se nota a poco que empecemos a leer es la espectacular capacidad de Jenkins para mezclar de forma natural el superficial tono ligero y divertido que tiene de forma intrínseca un personaje como Peter Parker (y su alter-ego lanza-redes) con temas tan serios como la lucha contra el cáncer o la pérdida de un ser querido, algo de lo que nuestro protagonista sabe mucho, demasiado incluso. Para tratar estos temas algo más espinosos, Jenkins se nutre de la vasta galería de villanos que tiene el arácnido, como podrían ser Venom, el Lagarto o el Doctor Octopus y, a través de ciertas modificaciones en sus respectivos status quo, les consigue añadir una nueva capa de profundidad a sus maquinaciones, aunque en algunos casos (como el de Doc Ock) se quede en algo más típico.

Pero aparte de su galería de villanos, otro de los puntos fuertes de los que se ha beneficiado Spider-Man es de contar con un conjunto de personajes secundarios igual de carismáticos que él. Pero más que Mary Jane o la Tía May que no dejan de ser complementos al héroe, sorprendenemente es Flash Thompson y su triste estado el que permite a Jenkins billar en este ámbito, con un manejo excelente de una situación delicada y de la que no se puede bromear a la ligera. Jenkins lo hace funcionar sin que acabe perdiendo el toque trágico que tiene, consiguiendo cierto toque de humor ácido.

Al final del día, bajo toda esa fachada de chistes y comentarios sarcásticos, Spider-Man es un personaje atormentado y para el que la vida es una constante cuesta arriba, Jenkins entiende esto a la perfección y nos regala números sobresalientes que, para los más neófitos en los cómics de Spider-Man como un servidor, son como entrar por la puerta grande. Claros ejemplos son el que vemos a través de la perspectiva de un chaval discapacitado o el dilema de Peter de si está bien salvar a un vagabundo en concreto, únicamente por ser quien es. No podría pasar esta reseña sin mencionar el número que cierra el tomo y que está entre los mejores cómics que he leído en mucho tiempo, simple y llanamente. Un fantástico estudio de la relación de Peter con su tío Ben y con sus padres, esas figuras que siempre han sido algo más secundarias pero que aquí se alzan como otras piezas esenciales en la existencia de Spider-Man.

Por desgracia el tomo pierde un poco de fuelle cuando se aleja de estas tramas más intimistas y personales para centrarse en la acción típica superheroica. Un par de historias que empiezan por involucrar al Capitán América y Nick Furia y acaban por añadir a una gran cantidad de héroes (mutantes, vengadores…) sin mayor importancia que el hecho de hacer un cameo, ya que al final se siente únicamente como un pretexto para incorporar un elemento de las películas de Sam Raimi a la mitología del trepamuros, sin duda las partes más flojas.

En el apartado artístico Jenkins se ve acompañado por un conjunto de artistas de estilo bastante diverso como pueden ser Humberto Ramos, Michael Ryan, Damion Scott, Talent Cadwell y luego, en ocasiones puntuales, Paolo Rivera y Mark Buckingham.

Los tres primeros podrían englobarse bajo un mismo conjunto dado que comparten claras similitudes por el dinamismo visual que permite un dibujo más caricaturesco, aunque cada uno en un grado bastante diferente. Ramos no acaba de convencer con su amerimanga, que resulta demasiado exagerado en no pocas ocasiones para los que preferimos algo más armonioso pero no se le pueden negar sus virtudes como narrador visual, gran parte de la fuerza del conflicto con Veneno se deben a su forma de retratar la degradación de Eddie Brock.

Ryan está bastante bien en comparación con otros trabajos suyos de la misma época y la nota negativa la acaba poniendo Damion Scott, que acaba resultando el más débil de los tres con una exageración visual al nivel de Ramos pero sin el talento del mismo para narrar, valiéndose más de artificios visuales que, al sobrecargar la página, complican la correcta comprensión.

Luego es Cadwell el que mejor está entre los anteriores, encargándose de un par de números muy diferentes entre sí, siendo uno una inocente partida de poker y la otra un relato crudo sobre la vida de los sin techo en Nueva York y la postura de Peter hacia ellos. Se las acaba manejando para salir airoso de ambas situaciones.

Como se puede notar no he comentado el trabajo de Rivera o Buckingham porque lo suyo es, simple y llanamente, otro nivel. El número de Rivera, bajo un prisma de fotorealismo visual al más puro estilo de Alex Ross es magnífico de la primera viñeta a la última, precioso de contemplar y consigue elevar el ya genial guión de Jenkins a otro nivel. Buckingham firma por su parte el último número del tomo (del que ya he hablado antes) y es un ejemplo brillante de lo potente que puede resultar la narración visual. Un dibujo claro, directo, donde predominan los tonos blancos y un pulso firme a la hora de distribuir las viñetas y manejar las transiciones. Por trabajos como este el cómic es considerado el noveno arte.

La edición de Panini es realmente económica para el número de cómics que contiene (unos 23) pero como es de esperar eso implica una escasez de extras, ya que apenas incluye el tradicional texto inicial que sirve de contexto y las portadas de cada número. Además es en rústica, lo que para según quien puede suponer un handicap.

Paul Jenkins no decepciona en este volumen integral que reflexiona sobre lo que significa ser Spider-Man (pese a no ser el primero ni el último que lo hace) y da una vuelta de tuerca a algunos villanos clásicos. El resultado es un cómic notable que cuando llega al excelente es gracias a una colaboración íntima con los dibujantes, como pueden ser Paolo Rivera o Mark Buckingham. Un tomo perfecto tanto para amantes del arácnido y sus aventuras como para aquellos que quieran acercarse al personaje por primera vez.

Escrito por Adrià Medeiros en Blog de Superhéroes. Si no estás leyendo esto en Blog de Superhéroes, el artículo original lo encontrarás aquí …http://blogdesuperheroes.es/resenas-coleccion-extra-superheroes-64-espectacular-spiderman.