“Ojalá pudiera desinventarse”
Este martes ha salido a la luz el Informe Chilcot, las conclusiones de una larga y costosa investigación sobre la intervención del Gobierno británico en Irak. Los principales medios británicos desgranan las conclusiones del informe — que concluye a grandes rasgos que a) Reino Unido fue a la guerra sin agotar todas las opciones alternativas, b) la invasión de 2003 estuvo basada en ‘fallidos informes de inteligencia’ y c) la certeza de la existencia de armas de destrucción masiva en Irak nunca se “llegó a justificar del todo” –. Con el paso de las horas, han ido profundizando en sus páginas hasta encontrar un detalle que tenemos que poner aquí casi por imperativo categórico porque si Michael Bay quiere dejar su impronta en la historia del mundo del siglo XXI, hay formas de hacerlo menos estrambóticas que ésta.
Según el documento, una fuente de información del Gobierno británico se inspiró en su película La Roca para describir una modalidad de arma química absolutamente inexistente. Para no inflar el asunto más de lo necesario, cabe decir que esta información llegó por primera vez a las manos de los servicios de espionaje de Reino Unido en otoño de 2002, solo para ser descartada en diciembre de este mismo año, pero se trató de una información que acabó en manos del primer ministro británico, Tony Blair, y en las de su entonces ministro de Exteriores, Jack Straw.
La información de esta fuente, como ya habréis anticipado, remite al temible gas nervioso VX con el que el villano de La Roca, el general Francis Hummel (Ed Harris), amenaza a la población de San Francisco. Este gas se encuentra dentro de varios cohetes que apuntan a la ciudad, contenido a su vez dentro de una “elegante configuración”, en palabras de su protagonista y héroe, Stanley Goodspeed (Nicolas Cage), de esferas de cristal.
Esferas como éstas.
O como éstas.
El 23 de septiembre de 2002, un informe del Servicio Secreto de Inteligencia británico, el SIS o MI6, remitió a esta fuente, que aseguraba que las fuerzas de Sadam Husein estaban almacenando gas VX en una “amplia variedad de contenedores”, entre ellos “esferas huecas de cristal unidas en cadena” — sección 42, página 196 –, una descripción bastante ajustada del arma que vimos en la película de Bay, metida en una información que pasó dos semanas desapercibida hasta que provocó las sospechas de los investigadores.
“Los contenedores de cristal”, apunta un nuevo informe con fecha de octubre de 2002 — sección 43, página 313 — “no se emplean de manera normal en las municiones químicas, y previamente una película bastante popular (La Roca), había descrito de manera incorrecta que los agentes nerviosos se transportaban en esferas” de este material.
El caso es que, durante unos cuantos días y tras recibir este último informe, el MI6 decidió confiar en esta fuente, al considerar que “existían ciertos precedentes en el uso de esta clase de contenedores, aunque existen dudas por el parecido a la descripción de los representados en La Roca”. La charada duraría unas semanas más. El 9 de diciembre — misma sección 43, página 315 –, el MI6 expresó abiertamente sus dudas sobre la fiabilidad de la fuente, que “podría haberse inventado todo o parte de la información”.
The Guardian
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