Guardianes de la Galaxia. Legado: El nacimiento de una leyenda
Guardianes de la Galaxia. Legado: El nacimiento de una leyenda
Por fin podemos volver a disfrutar de la primera historia de los Guardianes de la Galaxia que triunfan en la gran pantalla. Panini recupera las primeras aventuras del supergrupo en su colección Extra Superhéroes. ‘Guardianes de la Galaxia. Legado’’ es el comienzo de un grupo que cambió el universo cósmico Marvel.
Tras dos grandes crisis galácticas, la Ola Aniquiladora y la Amenaza de la Alianza Falange, el universo se encuentra en paz, pero Peter Quill aún siente que es algo demasiado frágil. La paz es algo que cuidar, que vigilar, que proteger, y para ello se necesitan hombres, mujeres, vegetales, animales y seres preternaturales con poderes y habilidades para hacerlo. Por ello decide crear un grupo proactivo, si, ha habido muchos, y sus resultados dispares resultan poco halagadores, pero Warlock tiene una misión, salvar el tejido de la realidad, y los Guardianes serán su herramienta para ello.
Así comenzaba la historia que unió a Starlord, Groot, Drax, Cohete, Gamora, conocidos por ser los miembros cinematográficos del grupo, pero que en sus inicios contaban con Warlock, el inmortal mesías suicida con poderes mágicos, y Phylla Vell, hija del primer Capitán Marvel y hermana del segundo, portadora de las bandas de Quasar, protector del universo. Si tal cantidad de poder debería llevar consigo sentido común, valor, prudencia, responsabilidad e inteligencia, os equivocasteis de grupo. Aquello que Keith Giffen planteó en la serie de Starlord, en la que recupero al famoso héroe galáctico y unió a Cohete y Groot de por vida, y que Dan Abnett y Andy Lanning continuaron en Aniquilación Conquista, se convierten una serie regular en la que lo imposible es normal, y donde los personajes ganan complejidad y sobre todo, personalidades propias.
Repiten la pareja de ingleses que iniciaron buena parte de todo este lío, Abnett y Lanning tomaban el timón tras su buen trabajo en otras obras cósmicas como Nova, y habrían pasado a unas nuevas épocas de aventura espaciales, dimensionales y temporales. Si algo saben estos dos, es desarrollar personajes, y lo hacen con todos los miembros. Cada historia dejaba que sus protagonistas avanzaran y mostraran nuevas aristas, muchas facetas que poco a poco dejaban ver ese diamante que Starlin y Giffen dejaron hace tanto tiempo casi terminado, pero que los dos ingleses se empeñaron en pulir mucho más.
Si los personajes son importantes, las tramas también, y en ellas aparecen elementos que ya conocerán los que lleven tiempo visitando el plano cósmico marvelita, Abnett y Lanning recuperan elementos de sagas clásicas como la Iglesia de la Instrumentalidad o a los primeros Guardianes de la Galaxia, creados en los setenta y completados por Jim Valentino antes de convertirse en un descubridor de genios en Image comics. Y con todo ello abren nuevos caminos para poder disfrutar de acción a raudales, humor a veces muy bueno y otras veces muy bueno de tan malo que es.
En el apartado gráfico el tomo está en su mayoría dibujado por Paul Pelletier, especialista en escenarios cósmicos y en espectacularidad, en grandes batallas, con rayos de energía y poderes asombrosos cruzando los planos. Pero es un hábil narrador, que no pierde el tiempo en complicaciones estéticas y va directo al grano, a contar la historia, cosa que agiliza la lectura, a pesar de existir momentos densos en cuanto a los textos de los guionistas. Si en algo destaca Pelletier es en que no te perderás nada, ni de la historia, ni en la historia, y eso es de agradecer en unos años en los que lo gráfico a veces enfarragaba un discurso que muchas veces podía no ser muy correctamente diseñado.
Estos Guardianes son el germen de la película que cosecho hace unos años un éxito que nadie esperaba, la Disney si por lo visto, con un director novel, James Gunn, pero no son esa película. Son mucho más complejos, juegan con la realidad, con la vida y la muerte n términos absolutos, con la guerra y la política, no son tan simples, viven en un mundo complicado, intentando arreglarlo, pero a veces, las cosas se rompen y no pueden volver a ser como eran.
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