Disney reforma la cartera de 20th Century Fox

Variety publica este martes una amplia información que tiene su origen en una frase pronunciada por el CEO de Disney, Robert Iger, durante la presentación de los resultados del último trimestre. “El rendimiento de los estudios Fox ha quedado muy por debajo de lo que era y muy por debajo de lo que esperábamos cuando hicimos la adquisición”, hizo saber.

Si habéis seguido nuestro laaaaaargo chorro de posts de los últimos meses, el contexto que os proporcionamos ahora es innecesario. Por “adquisición”, Iger se refiere a uno de los movimientos económicos más importantes del Hollywood contemporáneo: la compra de los estudios Fox y de todas sus propiedades por parte de Disney, ejecutada en marzo de este año, consolidada en junio, estimada en 71.300  millones de dólares, y pieza imprescindible de una transformación estructural de la compañía que pasa por la formación de la plataforma digital Disney+, que pretende ser la gran rival de Netflix en los próximos años.

Fin del contexto. Ah, y si estáis interesados en tema despidos. Desde que se hiciera pública la primera ronda de ceses hasta principios de agosto se han ido a la calle otras 250 personas, la mayoría procedentes de las casas internas de VFX de Fox, comenzando por su máximo responsable John Kilkenny. No hay cifras todavía totales del número de despedidos hasta ahora. Recordamos que se anticipan por miles en el plazo de los próximos meses.

El artículo de Variety hace hincapié en la inusual crudeza de las declaraciones de Iger, que describe como una amonestación pública a la forma en la que la nueva cúpula de Fox ha gestionado los primeros meses de transición. O, como lo describe un productor bajo el anonimato consultado por el medio: “Jamás había visto un ahorcamiento público así”.

La película que está en el epicentro de estas quejas es X-Men: Dark Phoenix. Según Variety, la producción — que, vamos a recordar, comenzó antes de la adquisición –, ha provocado unas pérdidas estimadas de 170 millones de dólares que Disney se ha comido con patatas porque en la adquisición de Fox entraba absolutamente todo lo que se estaba produciendo durante el proceso de compra hasta su ejecución. Fuentes del medio informan de que Disney se desentendió casi por completo del marketing y publicidad de la película. De hecho, los primeros despidos ocurrieron en estos departamentos, entre ellos “la gente familiarizada” con el film de Simon Kinberg; un producto que Disney nunca ha visto como suyo y con el que querían dar carpetazo antes de iniciar su propia franquicia.

El caso es que no es solo Fox. Disney lleva advirtiendo desde hace meses a los inversores y accionistas que no es que llegue una etapa de vacas flacas, pero sí de beneficios reducidos, porque levantar la plataforma y las series que la acompañan va a costar un ojo y parte de otro, sin contar problemas añadidos como el gigante deportivo ESPN, también propiedad de Disney y que merece otro post aparte, o el rendimiento de los parques temáticos.

Sumando todos estos factores, Variety confirma que Disney ha puesto en marcha un plan de limitación de daños que consiste en paralizar absolutamente cualquier producción que no huela a dinero inmediato. Avatar sigue. X-Men y 4 Fantásticos van a seguir en desarrollo. El resto — y aquí incluimos a las películas de la división independiente Fox Searchlight, que sobrevivió a la purga inicial — o están paralizadas o están bajo la lupa.

Ejemplo: Nuevos Mutantes. Película derivada del universo X-Men que lleva en el dique seco desde hace meses (tenía que haberse estrenado a principios de mes) y que a Disney no le termina de convencer, según Variety. Tres cuartos de lo mismo con Deadpool, franquicia calificada para mayores de 18 años que ahora podría estar siendo objeto de una rebaja de violencia y gore, a pesar de que Disney dejara caer hace unos meses que podría mantener su espíritu intacto.

La actual CEO del estudio, Emma Watts, tiene un contrato de dos años — el plazo que anticipa Disney para cerrar la transición y comenzar a asumir el control total de las propiedades — con las secuelas de Avatar y West Side Story, de Steven Spielberg, como prioridades. Sigue adelante The Last Duel, un drama psicológico-bélico con Ben Affleck y Matt Damon. Pero, en el horizonte, se encuentran otras palabras de Iger, que designa a sus “lugartenientes”, los copresidentes Alan Horn y Alan Bergman, como los responsables de definir las líneas maestras del futuro de Fox, a través de decisiones como la de redistinar gran parte de los proyectos de animación a la plataforma digital.

Fuentes de Variety estiman que Disney ha perdido al menos 50 millones de dólares solo en cancelaciones de proyectos en desarrollo. No entran aquí adquisiciones de Fox en preproducción — como La Balada de Richard Jewell, de Eastwood, que ahora está en Warner Bros. –.

Esperad al menos dos años así. Mínimo. Lo dice Iger. “Es posible que necesitemos un año entero o dos antes de que podamos registrar un impacto en lo que se está produciendo ahora. Desde luego, en lo que a producción se refiere, tardaremos más”, ha explicado.

Por concluir, quiero remitiros a un post de Reddit que lista los proyectos de Fox descartados por Disney. Recomiendo cautela aquí sobre la fiabilidad — yo diría que han empleado como fuente la Imdb Pro y desde ahí han tachado a cholón — pero sirve para haceros una leve idea de la escala a la que se está produciendo este desmantelamiento. Si hay avances, se producirán principalmente en el ámbito de la plataforma digital, para la que Disney ha anunciado por ejemplo una nueva versión de Solo en Casa.

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