‘Democracia’, los padres de la política la crearon con ideas, pero la defendieron con su sangre
‘Democracia’, los padres de la política la crearon con ideas, pero la defendieron con su sangre
El sistema de gobierno que revolucionó al mundo, que creo nuestra sociedad actual, nació en un pequeño lugar de Europa, en la península del Peloponeso, en la ciudad de Atenas. Pero no fue un proceso rápido, no fue limpio, y ‘Democracia’ lo cuenta sin dejar ni una gota de sangre sin derramar.
Aunque no suelen ser el producto más común, ni siquiera en el mundo del cómic europeo, varios de sus productos han destacado estos años, ‘Logicomix’ y ‘Democracia’. Cómics sólidos, escritos con mucho cuidado y atención, que destacan algunos de los grandes logros del pequeño país mediterráneos en el primer caso hablaban de las matemáticas, en este caso hablan de política, de ese mundo tan complicado como es el juego de poderes entre las clases dominantes y una mayoría de ciudadanos que quieren un mejor mundo para ellos y los suyos, y han tenido que morir repetidas veces para lograr cambios.
Democracia narra con exactitud los procesos que iniciaron la democracia ateniense, la base del sistema actual, aun lleno de deficiencias, también el moderno posee fallos, pero como se llegó a ese proceso es una historia compleja, con poderes en lucha, con tramas y traiciones, con personajes históricos que llegarían a los libros de historia, pero a pesar de su importancia, no son los protagonistas. El conductor de la historia es un artista que narra antes de una batalla su vida, un relato que se mezcla con los hechos reales- Uniendo personajes ficticios e históricos Alecos Papadatos, Abraham Kawa y Annie Di Donna construyen un relato que está lleno de momentos duros, trágicos, de transformaciones en los personajes y de maduración, de descubrimiento personal, y sobre todo, cuenta como la política es un tema relacionado con todo y todos.
El dibujo de trazo sencillo, de línea simple, conduce al lector a una época pretérita y que solemos tener muy mitificada con trajes opulentos y grandes edificaciones, pero que no era la norma. Por ello gana fuerza todo el descubrimiento de una sociedad antigua, de una civilización adelantada a su época que consiguió cambiar al mundo, y que con el tiempo llegaría a ser la base de grandes naciones. Puede que sea un dibujo y un color sencillo, que no simple, transmite con fuerza las sensaciones, y aprovecha los diálogos para construir con soltura ambientes históricos, casi como si creará una reconstrucción arqueológica para usar de telón de fondo para esta trama tan trascendental para el destino de la sociedad occidental.
El mayor logro de los históricos Alecos Papadatos y Abraham Kawa es que han conseguido que un libro de historia se convierta en un entretenido cómic, que no se deja nada, en los detalles está la clave, y cumple con creces. No creo que un profesor de historia desdeñara este cómic como herramienta para enseñar como algo tan presupuesto como es dar nuestro voto cada cuatro años, nació con sangre y tragedias, y también con alguna ayuda de las pitonisas embusteras y los sobornos bien colocados.
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