COMIENZA EL RODAJE DE LA SERIE “LA PESTE”, DIRIGIDA POR ALBERTO RODRÍGUEZ, QUE CUENTA CON UN PRESUPUESTO DE 10 MILLONES DE EUROS
Después de la resaca de la fiesta de los Goya donde Alberto Rodríguez ganó, junto a su inseparable Rafael Cobos, el Goya al mejor guión adaptado por “El hombre de las mil caras”, el director sevillano ha comenzado hoy el rodaje de la serie “La peste”, una producción de Atípica Films para Movistar + que estará formada por 6 episodios de 50 minutos de duración y contará con un alto presupuesto de 10 millones de euros para recrear la Sevilla del siglo XVI.
En el reparto de esta ambiciosa producción destacan Paco León, Pablo Molinero, Manolo Solo (‘B, la película’), Sergio Castellanos (‘Los protegidos’), Patricia López (‘El guardián invisible’), la debutante Lupe del Junco, Tomás del Estal, Paco Tous, Cecilia Gómez y Antonio Gil, entre otros.
Por delante quedan cuatro meses y medio de rodaje porque “La peste” contará con más de 100 actores y se rodará con un equipo compuesto por 200 personas repartidas en más de 150 localizaciones, por no hablar de los más de 1.000 figurantes que harán falta en su rodaje programado por zonas de Andalucía y Extremadura.
¿De qué va?
En la segunda mitad el Siglo XVI, Sevilla era la metrópoli del mundo occidental. Puerta de acceso de América en Europa. Ciudad donde la riqueza florecía con facilidad gracias al comercio internacional, al oro, la plata; a la convivencia de nacionales y extranjeros: cristianos, judíos conversos, moriscos, esclavos, libertos, pícaros, ladrones, prostitutas, nobles y plebeyos. Pero también era una ciudad de sombras por la desigualdad, las hambrunas y epidemias.
En medio de un brote de peste, varios miembros destacados de la sociedad sevillana aparecen asesinados. Mateo, condenado por la Inquisición, debe resolver esta serie de crímenes diabólicos para lograr el perdón del Santo Oficio y así salvar su vida.
Una investigación a vida o muerte en un entorno de represión pública y hedonismo privado; de misticismo y caos; de conventos relajados y burdeles reglamentados; de cárceles como escondite; de hospitales como tumbas; de traiciones y lealtades.
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