ANALIZAMOS LOS PROS Y CONTRAS DE LOS PREMIOS GOYA 2020, MEJOR ACTOR PROTAGONISTA

Saltamos de la categoría de actriz secundaria a actor protagonista en nuestro repaso diario a las nominaciones de los Premios Goya 2020. Estos son los pros y los contras de cuatro candidatos que ya podemos considerar historia del cine español (no olvides repasar nuestra serie de artículos de “pros y contras Goya 2020” AQUÍ).

ANTONIO BANDERAS por Dolor y gloria. 5ª nominación / 0 Goyas

A favor: Es la mejor interpretación de la carrera de un actor fundamental en la labor de abrir el cine español internacionalmente y que cae bien absolutamente a todo el mundo. Con la madurez y saber estar que solo otorgan el paso de los años, Banderas compone a un hombre dolorido, tanto por sus achaques físicos como por las decepciones personales. Soberbio en su trabajo gestual, incluyendo esa forma de moverse con espalda encogida y pocas palabras, logra un resultado magnífico y lleno de sensibilidad. En un actor muy dado a los excesos, sorprende por una admirable contención que llega a su punto más alto en la escena en la que, escuchando a su antiguo amor nunca olvidado hablar de su nueva familia, su rostro denota una emoción y melancolía a flor de piel. Los otros actores españoles que fueron nominados al Oscar por interpretaciones elegibles en los Goya (Volver, Vicky Cristina Barcelona, Biutiful), lograron el reconocimiento de la Academia española. Y por si faltaran razones, la celebración de los Goya en Málaga es el marco ideal para que Banderas reciba su merecido reconocimiento en su ciudad natal.

En contra: Pese a la fama de Pedro Almodóvar como de director de mujeres, obras como “Hable con ella”, “La mala educación” o “La ley del deseo”, tenían interpretaciones masculinas muy destacadas. Sin embargo, al contrario que en la categoría femenina, ningún actor de una cinta del manchego se ha hecho con el Goya protagonista. La interpretación de Banderas no es igual de delicada en toda la película. En la llamada telefónica a la Filmoteca, Banderas imita a Almodóvar en entonación y gestos de una manera más tosca, exagerando una pluma no mostrada hasta entonces.Tampoco hay que olvidar que Banderas ha cuidado muy poco su filmografía reciente. El favorito a hacerse con el premio es también el protagonista de lindezas como “Spy Kids 3D”, “Mi novio es un ladrón”, “Security” o “Bullet Head: trampa mortal”. De hecho, en el mismo fin de semana de la gala se estrena en las salas españolas “Las aventuras del Doctor Dolittle”, el último trabajo del malagueño y que llega precedida de unas criticas norteamericanas desastrosas. Los académicos pueden tener presente la otra cara de Banderas y pensar que ya le homenajearon suficientemente otorgándole el Goya de Honor hace cinco años.

KARRA ELEJALDE por Mientras dure la guerra. 4ª nominación / 2 Goyas

A favor: Tras un comienzo de siglo algo errático, en la década que termina se ha convertido en un imprescindible de nuestro cine encaminado a ser uno de los actores vivos de mayor prestigio. En “Mientras dure la guerra” ofrece un nuevo registro, con más dosis de delicadeza y sensibilidad que en los papeles de bruto gruñón que le hicieron popular. Aquí deslumbra al afrontar la compleja personalidad de Miguel de Unamuno, un personaje contradictorio y volcánico, pero siempre brillante. Elejalde borda la soberbia y altivez del escritor cuando se le desata la lengua, pero también conmueve enormemente en aquellos momentos en que se ve obligado a agachar la cabeza humillado (sus ojillos angustiados en el momento en que se llevan a su amigo no tiene precio). Cuenta para su lucimiento con la escena más potente de los candidatos: el célebre discurso del Paraninfo. En un clímax dramático memorable, se mimetiza con el intelectual y aporta su fuerza y convicción en el poderoso alegato a favor de la preponderancia de la razón sobre la fuerza bruta. Él sí convence, y vence.

En contra: Pablo Escobar, Francisco Paesa o Luis Bárcenas. Ésos han sido los personajes reales cuyas encarnaciones en cine lograron en el último lustro nominaciones en esta categoría. Ninguna conllevó el premio. Por otro lado, pese al fundamental papel de Euskadi dentro de la industria cinematográfica nacional, nunca un intérprete vasco ha logrado el Goya principal.

ANTONIO DE LA TORRE por La trinchera infinita. 14ª nominación / 2 Goyas

A favor: Cuando pensábamos que ya habíamos disfrutado de toda su galería de registros, es capaz de sorprender una vez más con una nueva demostración de maestría que incluye uno de los roles más dramáticos de su carrera, un nuevo acento y una interpretación que reside fundamentalmente en la mirada. Es conmovedor observar cómo los ojos del actor evolucionan a lo largo de la película, desde la fiereza que rebosan al comienzo hasta llegar a su mirada mansa tras 33 años de encierro. De la Torre continúa en estado de gracia y borda la frustración y paranoia de su Higinio, que se ve consumido por el terror y va diluyéndose con el paso del tiempo hasta convertirse en un muerto de vida. El miedo y desgarro que transmite se encuentran entre las cotas más altas de su carrera. Al más puro estilo de los actores de método, se ve sometido a una exigencia física severa, incluyendo un atrevido desnudo integral.

En contra: Si fueron necesarias 11 nominaciones fallidas para que De la Torre pudiera subir al escenario a recoger un Goya protagonista, no parece muy factible que lo logre de forma consecutiva. El reconocimiento internacional de su tocayo Banderas, así como el hecho de que la interpretación de su compañera Belén Cuesta parece haber generado más eco entre la crítica, hacen indicar que no será su año.

LUIS TOSAR por Quien a hierro mata. 8ª nominación / 3 Goyas

A favor: “Quien a hierro mata” es la culminación de un año excelente para el gallego, donde también ha brillado con su sereno pastor de “Intemperie” o su inclasificable Martín Urales de Úbeda en “Ventajas de viajar en tren”. Aquí, en un registro contenido muy similar al que le vimos en “Mientras duermes”, logra transmitir el descenso a los infiernos de su personaje a través de silencios y miradas, hasta conseguir hacer creíble un plan que roza lo kamikaze. Su duelo interpretativo con el desaparecido Xoan Cejudo es de impresión. La solidez actoral de Tosar hace que pueda pasar en cuestión de segundos de ser un encantador enfermero al que todos adoran, a un retorcido sediento de venganza.

En contra: Pese a lo que pudiera parecer en un principio, la Academia nunca ha regalado a Tosar nada. Los Goyas que tiene en su vitrina son ni más ni menos que los imprecindibles, y en los últimos años se ha caído de las nominaciones en ediciones en las que su nombre estaba en la conversación (“Operación E”, “El niño”, “La sombra de la ley”). Por ello, este año, en el que toda la atención de público e industria ha recaído sobre su compañero de reparto Enric Auquer, sus opciones de hacerse con el galardón son inexistentes. Además, no olvidemos que Tosar hace este papel con los ojos cerrados. Es el único candidato que opta por una película no nominada en la categoría reina, una barrera que hace 7 años que no se rompe en Mejor actor protagonista.

JAVIER CASTAÑEDA

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